lunes, 7 de abril de 2014

Nuestra Gran Boda Griega en Atenas.

La Acrópolis de Atenas. (Maps)


Echamos la vista atrás hacia mediados del mes de septiembre del año 2007. Era la despedida del verano de ese mismo año aunque seguíamos teniendo unas temperaturas muy altas, lo cual se considera muy habitual para los que vivimos en el litoral mediterráneo. Por esas fechas tuvimos la gran suerte de visitar una de las ciudades europeas más reconocidas en el panorama cultural histórico-artístico, Atenas. La ciudad en sí y Grecia estaban dentro de nuestra lista de destinos por visitar y descubrir, ya que siempre nos ha interesado el arte griego y su historia así como la cultura, las tradiciones y el carácter griego, muy hospitalario y espontáneo como también familiar y cercano.  

Por otra parte, nuestro motivo principal no era sólo el poder visitar una de las ciudades más bellas del Mediterráneo, sino el de asistir al enlace de la hermana de un amigo nuestro, lo que añadía un aliciente más cultural además de la alegría de recibir la invitación de parte de nuestro amigo.

Viaje a Atenas.

Para planificar el viaje a Grecia, se debe de tener en cuenta que las tres principales compañías aéreas para contratar los vuelos hacia cualquier destino griego son Aegean Airlines, Iberia y Vueling, y que no existen muchos vuelos directos a la capital helénica, tan sólo desde los aeropuertos principales nacionales como Madrid y Barcelona se puede volar directamente. Desde otros aeropuertos españoles se puede viajar haciendo escala, mayormente, en el aeropuerto de Roma-Fiumicino.

Nuestro viaje partió desde el Aeropuerto del Prat, la noche de un jueves. El vuelo directo suele durar alrededor de 3 horas, por lo que llegamos por la madrugada al Aeropuerto Internacional Eleftherios Venizelos. Tuvimos la gran fortuna de que nuestro anfitrión nos facilitó el “transfer” hacia nuestro alojamiento ya que los transportes desde el aeropuerto a la ciudad son bastante complejos y complicados, por lo que se aconseja tener planificado el transfer desde el aeropuerto al alojamiento reservado.

A la mañana siguiente fuimos a visitar un poco de la ciudad. Una buena oportunidad de recorrer la ciudad es coger el metro de Atenas. Cada estación es un buen escaparate de arte ya que, o bien está ornamentada con elementos decorativos o muestra una exposición de arte temporal. La primera parada fue la Plaza de la Constitución donde está el edificio del Parlamento Griego, donde también está el monumento al soldado desconocido y donde se efectúa el cambio de guardia (cada media hora las 24 horas) por parte de jóvenes que realizan el servicio militar.  


Parlamento Griego en la Plaza Síntagma.



Después de pasear por el centro de Atenas, subimos la rampa de entrada a los propileos de la Acrópolis, uno de los monumentos más visitados del mundo. Allí por supuesto nos encontramos al gran monumento de la Acrópolis, el Parthenon, en proceso de reconstrucción (Anastilosis), el templo que albergaba la estatura de culta de diosa Athenea.


Parthenon.(Maps)


También nos podemos encontrar “El Erecteión”, otro de los grandes símbolos de la Acrópolis con su fachada del Mirador de las Cariátides, las cuales son reproducciones idénticas de las originales, expuestas en un museo.


El Erecteión. (Maps)


Recorriendo el resto de la Acrópolis, podemos divisar el Teatro de Dioniso fue el mayor teatro de la antigua Grecia, situado a los pies de la parte sur de la Acrópolis y formando parte de los témenos de Dioniso.


Teatro de Dionisio.


Junto al Teatro de Dioniso, en la parte sur de la Acrópolis de Atenas, pudimos ver el Odeón de Herodes Ático es un edificio para audiciones musicales construido en el año 161. Consta de una planta como la de un teatro romano, pero con la diferencia que la del odeón estaba anteriormente cubierta.

Odeón de Herodes Ático.


La experiencia de estar rodeado de tanto patrimonio artístico-cultural inigualable y divisar desde lo alto del monte gran parte del área metropolitana de Atenas, te da una sensación de superioridad y de bienestar contigo mismo, a lo que hay que añadir un entorno mediterráneo que te permite ignorar la primera sensación de inseguridad que te da estar en un lugar extraño.


Vista general de Atenas desde la Acrópolis.


Nuestra Gran Boda Griega.

El día previo al enlace matrimonial se acercaba, y en el día previo a la boda fuimos invitados a conocer la familia de nuestro amigo, o sea la familia de nuestro amigo. La casa estaba llena de gente y desde el primer momento noté la gran hospitalidad griega, ya que te trataban con mucha simpatía y cercanía. No recordaba apenas haber nombrado mi nombre, y todo el mundo lo nombraba sin problema para dirigirse a mí, haciéndome sentir uno de los suyos ya fueran los anfitriones de la casa o cualquier otro invitado más.

En la semana anterior, me estaba haciendo la idea de cómo sería nuestra estancia en Grecia, y era inevitable pensar en los tópicos generales que traía la cultura griega en sí, en la historia de la ciudad de Atenas, y porqué no decirlo, en la comedia de Nia Vardalos “Mi Gran Boda Griega”. La verdad es que intentaba no hacer caso a los tópicos o situaciones que se daban en la película, pero no sería mentira decir que algunos de los tópicos descritos en la película sobre los griegos, son ciertos. Obviamente hay que ignorar las situaciones cómicas que se dan en ella pero detalles como su vida en torno a la familia, su carácter extrovertido, su humanidad y su anarquía son unos tópicos que puedes notar si tienes la oportunidad de conocer su forma de ser.

Y por fin llegó el día de la boda. Nos desplazamos hacia una iglesia ortodoxa en las afueras de Atenas, donde se ofició la ceremonia ortodoxa.


Iglesia Ortodoxa donde se celebró la boda.


No perdimos detalle de ella, ya que para algunos de nosotros era la primera vez que teníamos oportunidad de presenciar una boda ortodoxa griega. Una de las cosas que me llamaron la atención es la repetición de cada acto 3 veces para simbolizar e invocar la presencia mística de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo).


Momentos del Enlace.


Finalizado el acto tanto los novios como los padrinos fueron felicitados por todos los asistentes, y posteriormente nos dirigimos al lugar del banquete nupcial. Cena al aire libre en una típica taberna griega, donde pudimos disfrutar de comida típica griega, de una gran fiesta, con bailes tradicionales del país, y de, una vez más, de la simpatía y la hospitalidad de la gente griega.


Momentos de la fiesta del banquete nupcial.


Al día siguiente, nos levantamos pronto para poder aprovechar nuestro último día en Atenas y poder visitar la villa olímpica de Atenas, con obras arquitectónicas del arquitecto español Santiago Calatrava de las que destacaría el Olímpico de Atenas (sede de la final de Champions League Football de ese año).


Olímpic Stadium de Atenas.


Y finalmente nos dirigimos al centro para visitar y contemplar el Panathinaikó Stadium, y así dar por concluida nuestra visita y experiencia en la capital de Grecia.


Panathinaikó Stadium.


Nuestro FeedBack.

Atenas es un destino obligado para todos aquellos que quieran conocer el origen de la cultura occidental, les guste contemplar restos arqueológicos y busquen una urbe que se aleje del estereotipo de otras grandes capitales europeas.

También es un destino ideal para los amantes del deporte y la vida mediterránea en su conjunto, donde destacaría la gastronomía y el carácter pasional griego, que se refleja no sólo en las relaciones sociales sino en sus costumbres, ritos y tradiciones, como se reflejó en el enlace matrimonial al que tuvimos oportunidad de asistir.

Por último, para finalizar nuestro artículo sobre Atenas y la cultura griega les dejamos un vídeo donde podrán observar y hacerse a la idea de mucho de lo comentado en este post. ¡Feliz semana!

Fotos: Jaime Sanchis.
Vídeos: Canal Youtube de "Mucho Viaje".





0 comentarios:

Publicar un comentario

 
Back to top!